La escultura “Caballo montado por el Tiempo” en la estación de trenes Matera Central Fal.

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Martes, 25 Junio, 2019

«El universo se está transformando, no se está ensanchando. Se está marchitando, está concentrado en un punto del espacio, y para mí ese punto es la estación de trenes de Perpiñán». Salvador Dalí

En verdad, no nos detenemos a mitad de camino entre Francia y España, en el lugar que para Dalí era el «centro del universo», perfectamente localizado en el centro de la estación de trenes de Perpiñán; sino en Italia meridional, en la ciudad nombrada capital europea de la cultura de 2019, y más exactamente en la estación de trenes Matera Central Fal.

En el espacio público frente a la estación, delante de las luces cambiantes de la gran marquesina diseñada por el arquitecto Stefano Boeri, se erige la escultura de bronce “Caballo montado por el Tiempo” con sus 3 metros de altura, creada por Salvador Dalí en 1980.

La presencia de esta obra ha trasformado este lugar de paso y parada breve, enriqueciendo su valor funcional y social con un valor arquitectónico y artístico.

Al visitante la invitación a detenerse para admirar «el Dalí escultor» a través de una obra que hace pensar en el tiempo, en la propia identidad, en la meta del propio viaje, cuya estación es, en efecto, el inicio y el medio del camino.

Un espacio al que no podemos renunciar, como dijo Dalí en su Diario de un Genio refiriéndose a la estación de Perpiñán, para el artista catalán el lugar donde en absoluto «el cerebro y el alma de Dalí encontraron las ideas más sublimes».

La escultura “Caballo montado por el Tiempo” fue colocada en la plaza delante de la estación  Matera Central Fal el 10 de junio pasado para valorizar la ciudad de Matera con  motivo de su designación de ciudad capital de la cultura europea en 2019, junto a la exposición dedicada a Salvador Dalí: La Persistencia de los Opuestos en la ciudad «dei Sassi» (de las piedras).

El caballo, una de las imágenes preferidas de Dalí, está ensillado con el tiempo daliniano. El famoso reloj blando sustituye a la silla clásica, y la figura del animal se convierte en una representación de la vida que soporta la carga del tiempo y está encadenada a él. La escultura simboliza la omnipresencia del tiempo y el peso que imprime a todas nuestras acciones.

Dalí creía que el tiempo y el espacio no podían separarse y, en esta escultura, representa al tiempo en su dimensión desordenada, fluida, escurridiza y transitoria, añadiendo un reloj blando con la misma forma del reloj representado en la famosa pintura La Persistencia de la Memoria (1931).

El transcurso del tiempo preocupaba profundamente a Dalí, que declaró: «El objeto mecánico tenía que volverse mi peor enemigo, y por lo que se refiere a los relojes, deberían ser blandos o no existir directamente».

Delante de la estación Matera Central Fal el tiempo vigila a los que pasan, mostrándose bajo el aspecto de una silla de cabalgar.

¿Qué otro lugar sino este para instalar esta escultura que ilustra tridimensionalmente el concepto daliniano del tiempo, ofreciendo a cada transeúnte la posibilidad de observar un nuevo rostro, casi surreal, de la fachada de la estación de trenes de Matera?