En 1991 se inauguró en París “Espace Dalí”, una singular exposición permanente totalmente dedicada a Salvador Dalí, con el patrocinio del expresidente francés Jacques Chirac. La exposición, que es la única dedicada a sus esculturas y grabados, está situada en el número 11 de la rue Poulbot, cerca de la Place du Tetre, en el barrio de Montmartre, y cuenta con más de doscientas obras de arte. Dalí vivió varios años en París, al igual que sus colegas surrealistas André Breton y Joan Miró. Su apartamento estaba situado en Montmarte, concretamente en la rue Becquerel 17, a tan solo dos calles de dónde se encuentra actualmente Espace Dalí.
El pasado mes de septiembre, Espace Dalí abrió sus puertas a una nueva y prometedora exposición: Joann Sfar, Salvador Dalí, Un segundo antes de despertar. Un atrayente escenario que reúne a dos artistas: Joann Sfar, dibujante de historietas y director cinematográfico contemporáneo, y el extravagante pintor surrealista Salvador Dalí.
La exposición gira alrededor del artista gráfico Joann Sfar, uno de los narradores franceses de comic más talentosos del panorama actual. Espace Dalí ha dado carta blanca a Sfar para crear el ambiente de un encuentro artístico imaginario con Dalí, por lo que los esbozos de Sfar representan una magnífica invitación a entrar en la mente del artista español. La muestra es “como perderse en un cuento de hadas”, y, en ella, el espectador emprende un “viaje inmóvil” a través del sueño y la realidad” a medida que se desarrolla la historia de Sfar.
Por eso, los dibujos de Sfar se exponen junto a esculturas, objetos y grabados del artista extraídos de sus libros ilustrados, en un marco cautivador para los visitantes. Sfar, por su parte, se inspiró, sobre todo, en las esculturas de bronce para crear las secuencias de bocetos que constituyen la trama de sus encuentros imaginarios con Dalí. Las esculturas que más atrajeron la atención del dibujante en su búsqueda del imaginario fueron “La Mujer en Llamas”, “El Elefante Espacial” y “Alicia en el País de las Maravillas”, esculturas que Sfar incorpora en sus bocetos y a las que da una vida renovada a través de la transformación artística. Sfar ha declarado: “Creo que Dalí se reencarna en sus obras de arte… Estos bocetos son el resultado de sus emociones psicotrópicas y profundamente ontológicas, que me han cambiado para siempre después de un año de estrecho contacto con las obras de Dalí”.
Otro aspecto destacado de la vida del artista que Sfar quiso retratar en sus bocetos fue la relación que Dalí tenía con el mundo de la moda y con Elsa Schaparelli. Durante las décadas de 1920 y 1930, Schaparelli frecuentó el círculo de artistas surrealistas y fue una de las primeras estilistas que incorporó en sus diseños elementos de este movimiento artístico.
Dalí estrechó su relación de amistad con la ecléctica diseñadora de moda italiana y juntos trabajaron en la realización de grandes creaciones como el “Vestido Escritorio” (1936), el “Sombrero Zapato” (1937) y, quizás el más famoso, “el Vestido Langosta” (1937) que usó Wallace Simpson antes de casarse con Eduardo VIII.
Dentro de este mundo fantasmagórico creado por Dalí y Sfar, se expone también una selección de vestidos concedidos en préstamo por la Maison Schaparelli.
La exposición, de visita obligada, estará abierta al público hasta el 31 de marzo de 2017.
Joann Sfar nació en 1971 en el sur de Francia, se licenció en Filosofía y trabajó junto con otros autores de libros de cómics. Publicó sus primeras novelas gráficas en 1984, en 1988 se volvió conocido gracias a su serie La mazmorra y en 2002 ganó aún más popularidad con su tira cómica Le Chat du Rabbin (El Gato del Rabino). En 2010 y 2011 escribió y dirigió dos películas, ambas galardonadas en el festival de cine francés Cesars. Paralelamente a la exposición, se lanza el último libro de Sfar Fine de la Parenthese. Publicado por Rue De Sevres, este libro representa un tributo a Dalí e incluye los bocetos originales que se exponen en el Espace Dalí, dónde se puede comprar.