Hace 114 años nació el genio del Surrealismo ¿Artista, genio, diseñador, escultor, escenógrafo o excéntrico?
Dalí nació el 11 de mayo de 1904, en el pueblo catalán de Figueras (España), y hubiese cumplido 114 años esta semana.
Los críticos han evaluado sus pinturas y los historiadores han analizado su personalidad y, aún hoy, habiendo transcurrido más de un siglo, Salvador Dalí, con su bigote retorcido y su personalidad inconfundiblemente excéntrica, sigue siendo un «libro abierto» y un icono del arte del siglo XX.
Dalí fue un hombre dotado de una inteligencia original y deslumbrante y con una imaginación creativa desenfrenada. Seguramente, al mantener una conversación con él se esparcirían libremente destellos luminosos de sabiduría.
Poseía un conocimiento ilimitado y daba rienda suelta a su placer al expresarse en modo surrealista. Utilizaba un vocabulario extraordinario, matizado con un poco de autoironía. Pero a pesar de poseer estas cualidades innegablemente positivas, Dalí podía ser también impredecible, turbulento y taciturno e irritarse al instante.
Dalí era sobre todo un pintor y escultor. Beniamino Levi, presidente del Dalí Universe, alentó a Dalí para que esculpiera y ello se convirtió en un factor clave para la formación de la colección de esculturas del Dalí Universe tal como la conocemos hoy.
El mes pasado, Dalí estuvo nuevamente en el candelero en Francia, con motivo de la reapertura del museo “Dalí Paris” –que fue inaugurado en 1990–, tras concluirse las obras de renovación.
Dalí sigue estando muy presente en el mundo cultural. El museo Erarta de San Petersburgo (Rusia) ha organizado una exposición de esculturas de Dalí para fines de mayo.
El pueblo de Cadaqués, en el que Dalí vivió, es la sede de un breve festival de cine que se celebrará a mediados de junio, en el que se presentará el cortometraje mudo surrealista “Un Perro Andaluz”, realizado en 1929 por Luis Buñuel y Dalí.
Veintinueve años después de su muerte, Dalí sigue dando nuevo ímpetu, inspirando y atrayendo al público de todo el mundo.