Homenaje a Terpsícore - a la venta

Terpsícore es una de las nueve musas de la mitología griega, y es la diosa de la danza y de la música. En su representación de Terpsícore, Salvador Dalí utiliza una imagen refleja, contraponiendo la musa dulce y carnal a su «sombra», de formas rígidas y estatuarias. La figura elegante y sensual de Terpsícore se transforma en un cuerpo geométrico del cual nacen algunas ramas de árbol.
Las dos figuras danzantes constituyen una composición de gran efecto en la que se yuxtaponen el enfoque clásico y el cubista. Dalí respetaba al Clasicismo y lo admiraba profundamente, pero también conocía muy bien las técnicas del Cubismo, que había experimentado en sus comienzos su contemporáneo Pablo Picasso. Cuando aún era un joven artista, durante los años veinte del siglo pasado, Dalí atravesó su propia fase Cubista, que vemos reflejada en muchas de sus pinturas, en especial, en “Autorretrato Cubista” (1923).
La danzadora de formas lisas y clásicas representa la Gracia y el subconsciente. Mientras que la otra figura, angular y abstracta, representa el ritmo siempre creciente y caótico de la vida moderna.
Sin duda, la escultura presenta elementos dalinianos, como figuras sin rasgos faciales, que denotan un significado puramente simbólico, y las ramas, que representan la regeneración y la nueva vida.
El “Homenaje a Terpsícore” de Dalí es un maravilloso tributo a la diosa de la danza.