Esculturas de Museo de Salvador Dalí

Salvador Dalí no sólo fue un pintor, fue un artista polifacético en todos los sentidos de la palabra. Fue ampliamente reconocido como escultor, escritor, ilustrador, cineasta, diseñador de joyas y muchísimas otras facetas.

“La pintura es una parte infinitamente mínima de mi personalidad”

Uno de los aspectos más importantes de su obra artística es la creación de una colección de esculturas de bronce.

La pasión y el deseo abrumador de expresarse plásticamente transcurrieron al largo de su carrera, desde 1934 hasta 1987. Dalí se sentía fascinado por esta forma de transformación y creó maquetas y diseños originales que se transformaron en esculturas y objetos surrealistas.

De esta manera, su genio creativo se manifiesta en tres dimensiones, dando forma a esculturas que reflejan los iconos más famosos y reconocidos de Dalí en toda su trayectoria artística.

Relojes blandos, cajones, y muchas otras imágenes surrealistas...

Dalí utiliza ciertos aspectos y sucesos de su infancia que aparecen recurrentemente en sus obras en forma de iconos; son iconos llenos de significado emocional. Estas obras encarnan algunas de las creencias más fuertes de Dalí; su obsesión con el tiempo, tal como se representa en su conocida pintura La Persistencia de la Memoria (1931), también está presente en su escultura Perfil de tiempo; su fascinación por la belleza y las formas femeninas, que se puede apreciar en esculturas como La Venus Espacial  y La Mujer en Llamas; las muletas, otro motivo recurrente en la obra de Dalí, simbolizan soporte y estabilidad que son característicos de Alicia en el País de las Maravillas y El Caracol y el Ángel.

Durante los últimos 30 años, estas esculturas han recorrido más de 100 prestigiosos museos y localidades y han recibido más de 10 millones de visitantes. Esta extraordinaria colección saca a la luz una faceta de las obras de Dalí hasta ahora desconocida, dejando a las esculturas jugar un papel más importante.

Inspiradas en sus cuadros más famosos, las esculturas de bronce de Dalí representan un aspecto muy significativo de surrealismo tridimensional y son una muestra de la fuerza expresiva de sus imágenes iconográficas surrealistas.